ENTREVISTA ACCOE: «El operador, no impone el precio final, por eso recomendamos la venta escalonada del cereal»
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Los precios del cereal están en el ojo del huracán y de la polémica todo este año, con un sector que denuncia que están cobrando cotizaciones de hace 30 años. El secretario general de Accoe (Asociación de Comercio de Cereales y Oleaginosas de España), José Manuel Álvarez, se defiende de estas acusaciones destacando que se vive «la tormenta perfecta, con una gran cosecha española y un record de producción mundial en contexto general de reducción de consumo originado por la pandemia e incertidumbre por el futuro».
Tras rechazar las acusaciones de «especulación» en el sector, que califica de «la cantinela de todos los ‘junios’, el mantra que sistemáticamente recitan desde sus sillones unos cuantos ‘iluminados’ intentando de esa forma desviar la atención sobre su incapacidad de resolver los problemas reales de los agricultores», sobre la polémica sobre los precios mínimos en función del coste, que «no dudo de la buena intención de la idea, pero su planteamiento parece debido a un desconocimiento profundo de la agricultura», y deja un mensaje muy claro al señalar que «si quieres vender tu cebada a, digamos, por ejemplo, 180€/tn y la importada está en tu zona a 160€/tn, ¿quién te la va a comprar?»
Sobre los precios de esta campaña, el representante de Accoe recuerda que «el comerciante, el operador, no impone el precio final», por eso recomienda «la venta escalonada» y advierte de que las circunstancias que se viven «pueden afectar al valor de los cereales».
P.- Todo el campo está indignado este año, pero si hay alguien que muestra más claramente su enfado es el sector cerealista y los precios que perciben. ¿Son quejas justas o infundadas para ACCOE?
R.- A nadie le gusta vender a precios que considera bajos o injustos, ni a los agricultores ni a los comerciantes de cereales ni a cualquiera que tenga un negocio propio. Pero esto el mercado no lo tiene en cuenta, es inmisericorde, y este año nos hemos topado con la ‘tormenta perfecta’. A la gran cosecha española se une, según el Consejo Internacional de Cereales, el récord histórico de producción mundial, todo esto en el contexto general de reducción de consumo originado por la pandemia e incertidumbre por el futuro a medio plazo…
«EN ACCOE SIEMPRE SE SABE EL PRECIO, LO QUE NO SUCEDE CON LAS COOPERATIVAS Y NADIE SE ATREVE A CRITICAR ESTA POLÍTICA DE COMERCIALIZACIÓN»
P.- Pero sí es cierto que las cotizaciones se mantienen en precio de hace 30 años, mientras que los costes se adaptan rápidamente al día a la hora de incrementarse.
R.- No creo que sea útil considerar un momento determinado de las cotizaciones como indicativo de una tendencia. En el mercado no hay fotos fijas, cada campaña se ajusta a las circunstancias que la determinan y, por ejemplo, el pasado año por estas fechas el precio medio de la cebada era un 15% superior al actual y el del trigo un 6%. En este sector de escasísimos márgenes comerciales, lo importante es que el agricultor disponga del conocimiento y libertad de elegir a quién le vende su producto sin verse condicionado por manipulaciones interesadas.
P.- ¿Qué piensan cuando la palabra más repetida por el sector cerealista sobre los compradores es la de “especuladores”?
R.- Yo no diría que sea una opinión generalizada en el sector. Es la cantinela de todos los ‘junios’, el mantra que sistemáticamente recitan desde sus sillones unos cuantos ‘iluminados’ intentando de esa forma desviar la atención sobre su incapacidad de resolver los problemas reales de los agricultores. Podría haberles dado por atacar a la industria harinera o a la de piensos, pero el enemigo elegido hemos sido nosotros, qué se le va a hacer.
El comerciante, o la cooperativa, en definitiva, el operador, no impone el precio final. Eso lo sabe todo el mundo, hasta estos manipuladores. Somos simplemente correas de transmisión de los productos agrícolas a los mercados. Los precios, dependen de muchísimos factores y ninguno de ellos está en manos de los comerciantes. Parece absurdo tener que repetir a estas alturas que la cotización nacional en este sector se establece al sumar el precio del producto importado más el transporte hasta el lugar de consumo. Si quieres vender tu cebada a, digamos, por ejemplo, 180€/tn y la importada está en tu zona a 160€/tn, ¿quién te la va a comprar? No somos ninguna isla, por muchos que algunos crean que continuamos en tiempos autárquicos, ni, afortunadamente, podemos poner freno a las importaciones porque somos deficitarios y nuestra ganadería depende también de ellas.
El agricultor que nos elige, al que desde ACCOE aconsejamos ventas escalonadas a lo largo de la campaña con el objetivo de conseguir la mejor cotización media posible, siempre sabe el precio al cual puede comercializar su producción antes de acordar cualquier venta. Esto no sucede con las cooperativas y, sin embargo, los demagogos profesionales, y ellos sabrán el motivo, no se atreven a criticar estas opacas políticas de comercialización.
«LE RECUERDO AL MINISTRO PLANAS QUE ES EL MINISTRO DE TODOS, NO SOLO DE UNA PARTE DEL SECTOR»
P.- Los cambios de la Ley de la Cadena Alimentaria incluye un precio mínimo sobre coste de producción, cómo lo valora.
R.- Bueno, antes de fijar un precio mínimo, habría que establecer cuáles son los costes reales de producción. Y esto, ¿cómo se hace? ¿en función de qué? No es lo mismo el coste de producción en una zona de 5.000 kg por hectárea que en otra de 2.000… ¿Cuál será el precio básico de referencia y quién lo determinará? Deberán resolver estas cuestiones quienes las han puesto sobre la mesa, pero, de entrada, o se desarrolla adecuadamente o supondrá un impedimento a la competitividad y un obstáculo al acceso al mercado.
Aunque no dudo de la buena intención de la idea, su planteamiento parece debido a un desconocimiento profundo de la agricultura, y no me refiero exclusivamente al ámbito de cereales y oleaginosas. Volviendo a los términos de la pregunta anterior, si se considera que el precio medio de la cebada en España según costes de producción es de, por ejemplo, 160 euros por tonelada y la importada llega a 150, ¿Qué hacemos con la nuestra? ¿La guardamos, como ha sugerido recientemente el Ministro Planas, a la espera de mejores tiempos? Absurdo. Por cierto, hablando del Sr. Ministro, aprovecho para recordarle que es el ministro de todos, no sólo de parte del sector.
P.- El presidente de ACCOE, Marcos Martínez Castellanos, aseguraba antes de la pandemia que el “el papel de los comerciantes de cereales y oleaginosas es vital para mantener viva la España rural”, pero el sector insiste en que lo vital es poder mantener sus cultivos y no perder dinero. ¿Hay margen para un punto de encuentro?
R.- Por supuesto que hay margen para un punto de encuentro, una cuestión no elimina la otra, todos somos absolutamente necesarios. La mayoría de asociados de ACCOE son pequeñas empresas familiares en segunda y tercera generación, con raíces muy hondas en el mundo rural y que ofrecen un servicio integral al agricultor, que año tras año nos elige para comercializar su producción. Es importante recalcar, que nuestra presencia en las zonas rurales es la única forma de garantizar el libre acceso al mercado a los agricultores.
Se deberían articular políticas que aseguren una situación en la que todos ganamos, desde el primer al último eslabón en la cadena, que generen un equilibrio en el mercado. Nada de quitarles a unos para darles a otros o ‘dopar’ con dinero público determinadas formas de comercialización que, desgraciadamente, nos están acostumbrando a terminar en sonados concursos de acreedores.
P.- ¿Cómo se presenta esta campaña? Porque no hay unanimidad de criterios a la hora de determinar su producción…
R.- Las estimaciones más serias indican que nuestra cosecha de cereales otoño-invierno estará en el entorno de los 22 millones de toneladas, es decir, muy por encima de la media y, posiblemente, con la suma del maíz, se registrará el récord histórico de producción. A nivel mundial, como he indicado anteriormente, se esperan también cifras de récord, por lo que esta campaña habrá que estar especialmente atentos a la evolución de los consumos y demás cuestiones que pueden afectar al valor de los cereales.
Puedes elegir ser alcista o bajista, sin embargo, en estos tiempos es imprescindible ser realista (fuente:agroeducacion.com)
Por Celina Mesquida – RJO’Brien | Especial para Agroeducación
El espacio agrícola se encuentra navegando entre historias alcistas, bajistas y realistas. Las interrupciones de la oferta en Sudamérica, por flujo reducido de camiones en Argentina o declaraciones de fuerza mayor en distribuidores de combustibles en Brasil para la compra de etanol mantienen al mercado sostenido y desorientado. Además, los países productores de trigo del Mar Negro intentan limitar las exportaciones y/o liberar existencias de trigo a nivel nacional para garantizar suficiente suministro para saciar la demanda interna.
Por otro lado, el reporte de área y stocks trimestrales trasmitió dos aristas bien contrastantes para el corto y mediano plazo en el mercado de maíz. El reporte mostró que las existencias del segundo trimestre del ciclo comercial son mucho menores que lo que el mercado estimaba, y esto está dado justamente por el gran consumo de maíz para alimento balanceado. Lógicamente, esto ayudaría a soslayar la posible pero inminente falta de demanda de maíz para etanol en el inmediato debido a los pobres márgenes de producción. Pero contrarrestamos todo esto, con una grosera intención de siembra por parte del agricultor en la presente campaña en USA, 3 millones de acres por encima de lo que el mercado suponía y con esto nos trasladaría a existencias finales en USA para la campaña 2020/21 de 74 a 93 millones de toneladas, muchísimo maíz.
Con todo esto, el mercado supone que el agricultor posiblemente cambie algo de área de maíz a soja o trigo. La relación soja maíz era de 2.3 el 16 de marzo y paso a 2.45 en la actualidad. Sin embargo, usualmente la intención de siembra no cambia tanto en este momento del año.
Por su parte, la soja encontró algo de sostén con una intención de siembra menor a lo esperado en el mercado, y haciendo las extrapolaciones al nuevo ciclo productivo en USA, los stocks de la campaña 2020/21 podrían quedar cercanos a los 8 mill de t. Lógicamente aún queda mucho camino y tiempo por recorrer en el ciclo agrícola de USA.
Con respecto a la demanda, el mercado estará respaldado por los problemas continuos con las cargas en Argentina. Al momento, esta situación no está mejorando, ya que los camioneros evitan los puertos que se consideran «puntos claves» para el virus. Situación que se observa en destinos como Argelia, cambiando origen de Argentina a USA a principios de marzo. Además, China podría sorprender con otra compra adicional de 1.5- 2.5 mill de t en USA.
El trigo se vio sostenido por menores stocks trimestrales y menor intención de siembra, los trigos de invierno parecen estar saliendo de la latencia en buenas condiciones y así lo indican los informes de algunos Estados.
El mercado se encuentra muy desarticulado, el spread del trigo con el maíz, la relación del precio del crudo y de los productos agrícolas. El stock disponible vs el real. Pensemos este mercado sin precedentes porque nada de lo ocurrido en el pasado puede compararse con una nueva dinámica donde tal vez deberíamos diseñar desde el inicio nuevas correlaciones, ¿Cuál será el nuevo equilibrio?
@celimesquida – RJO’Brien | Docente de Agroeducación
El mundo esta en pánico, pero el mercado se mueve por dinero. (fuente:agroeducacion.com)
Por Celina Mesquida – RJO’Brien | Especial para Agroeducación
El mundo se encuentra en pánico, el mercado reaccionó con liquidaciones masivas, pero encontró apoyo recientemente. A pesar de lo acontecido, el ingreso de dinero fue intenso durante las primeras sesiones de esta la semana, acompañado por el recorte en la tasa de referencia de la FED en 50 puntos en vías de revertir la situación que atraviesan los países por el contagio exacerbado del corona virus y el impacto en el crecimiento mundial.
A pesar de que muchas fuentes conectas al mercado de físicos rumorearon que importadores chinos han solicitado discretamente exenciones arancelarias para comprar maíz en USA, ninguna actividad fue confirmada. Sin embargo, el mercado de futuros se comportó como si sucediera algo. En fin, el maíz se quedó sin combustible en 384.5 CK, y algo de esto se lo atribuiremos a los farmers que, con el incremento en los precios, soltaron mercadería. Cabe aclarar que el farmer está esperando 10-15 centavos más para desbloquear un serio movimiento de maíz, al que debemos estar atentos.
Es difícil imaginar que los futuros de maíz que se extiendan mucho más allá de los máximos del rango sin que China involucre maíz, DDG y / o etanol de manera significativa en compras en USA. Existe una pequeña ventana donde USA puede tratar de ser competitivo en ventas antes de que Sudamérica ingrese al mercado con toda la artillería en maíz. Veremos si USA la puede aprovechar.
El complejo de soja ha estado a merced del maíz de momento, sin embargo, con el rally en la harina, los márgenes de molienda regresan a un territorio más alentador para las fábricas de molienda. Las exportaciones de harina y aceite han sido prudentes y sostenidas esta campaña en USA.
El pronóstico climático en Sudamérica es un poco confuso, muchos señalan que Argentina y Sur de Brasil están secos, mientras que se proyectan lluvias abundantes en 2 semanas. Sin embargo, las producciones ya no se hacen más grandes al menos en maíz y eso preocupa. Cabe resaltar que Informa estimó que la cosecha de soja de Brasil alcanzaría los 128 y 55 mill de t en Argentina, mientras el USDA aun sostiene sus números en 125 y 55 mill de t respectivamente.
Para pensar que la acción negativa presenciada en el mercado agrícola quedo en la historia, tendríamos que dar por valido los precios mínimos explorados. Y para ello, el mercado necesita ver algún tipo de confirmación de demanda, especialmente de China. Aún queda mucho mercado por recorrer con toda una campaña por comenzar en USA, con clima incierto y en un mundo complicado.
@celimesquida – RJO’Brien | Docente de Agroeducación
La tierra agrícola está cansada (fuente: www.elpais.com)
Fuente: www.elpais.com
Paulino Martín, agricultor de 71 años en Fuente el Saúz (Ávila), recuerda cuando el pueblo diversificaba las producciones, de cereales a forrajes, pasando por leguminosas para alimentación de sus cabañas ganaderas y para la alimentación humana. El objetivo, sobre todo, era dejar descansar la tierra. “Ahora estamos abusando de ella, la estamos forzando a producir año tras año a base de abonos minerales y se va a volver contra nosotros”, señala. “Los agricultores sabíamos mejor que nadie qué tierra debía descansar como barbecho o leguminosa para así lograr buenas cosechas y, además, ahorrar en abonos”.
Diferentes foros coinciden en que aproximadamente un 40% de los suelos ya están degradados. En el caso de España, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) estima que un 75% del territorio ya es susceptible de desertificación y que un 20% ya sufre este problema. Cada año, como consecuencia de la erosión provocada por el viento y por la lluvia, se pierde una media de 30 toneladas de tierra por hectárea, según los datos recogidos en el Mapa de Aridez en España del Programa de Acción Nacional contra la desertización del Ministerio de Agricultura. Estudios de la Organización Mundial para la Agricultura (FAO) señalan que aumentar un centímetro el grosor de tierra puede tardar 1.000 años.
Como consecuencia de un excesivo laboreo, del abuso de monocultivos o de fertilizantes, la materia orgánica se halla por debajo del 2%; hay un riesgo de mineralización de los suelos; una excesiva compactación de la tierra; más salinización, acidificación y, en definitiva, un agotamiento y fatiga de los mismos por unas prácticas insostenibles. Todo ello supone un atentado contra la salud del suelo, pero, además, un riesgo para la propia alimentación humana ante una población en expansión.
Frente a este escenario, un preparador de baloncesto pediría un tiempo muerto para tratar de modificar la estrategia en la utilización de la tierra. Desde la Asociación Española de Agricultura de Conservación Suelos Vivos, AEAC-SV, su director, Emilio González, reclama un cambio en el modelo de gestión de los suelos: el laboreo mínimo o no laboreo, no voltear la tierra, dejar en el suelo restos de la cosecha como materia orgánica frenando así la erosión y sujetando el agua en la tierra, una mayor rotación de los cultivos, más superficies de barbecho, aumento de cultivos de leguminosas fijadores de nitrógeno y, en definitiva, dar un descanso a una tierra que está dando ya síntomas de fatiga.
Para acceder a las ayudas de la actual Política Agrícola Común y, sobre todo, la que se avecina, la Unión Europea contempla medidas más duras como la obligación de dejar un 5% de tierra de barbecho cuando la superficie de cultivo supere las 15 hectáreas; las rotaciones y diversificación de cultivos a partir de las 10 hectáreas de forma progresiva, y la obligación de la siembra de cultivos fijadores de nitrógeno con leguminosas como lentejas, guisantes, alholvas, vezas o yeros que, en el caso de España, en muchas zonas donde era habituales prácticamente han desaparecido.
Bruselas pide algo que antaño era una decisión voluntaria del propio agricultor, que conocía mejor que nadie las posibilidades de cada parcela. “Ahora se siembra año sí y año también, cumpliendo las exigencias comunitarias de superficie de abandonos. Tratamos de cuidar la tierra porque es nuestro patrimonio, a partir de análisis de suelos y usando las tecnologías más modernas para dar a cada parcela las dosis justas en volumen y del nutriente que necesita”, señala Edu Ausin, uno de los pocos jóvenes en Mazuela, Burgos. Raul Torrego, de Aldehorno, en Segovia, recuerda las sementeras cuando se vaciaban de basura corrales y tenadas para abonar los campos. Hoy casi no quedan esas basuras y se usan purines de las granjas de cerdos con la obligación de infiltrarlos en la tierra; abonos positivos, pero peligrosos por el riesgo de perjudicar la tierra y contaminar los acuíferos.
La AEAC-SV trabaja en distintos proyectos como el Life Agromitiga o Mosoex (Aumento de materia orgánica, gestión sostenible de sistemas extensivos), financiado por el Ministerio de Agricultura. Este último pretende impulsar y divulgar un modelo innovador de gestión de los suelos que permita aumentar el contenido en carbono, luchar contra la erosión y la degradación, la reducción de emisiones de gases efecto invernadero y, en definitiva, dar una nueva vida para una tierra que se agotaba mejorando su fertilidad.